lunes, 19 de agosto de 2019

Transformación y destrucción de formas tradicionales de trabajo





En la Edad Media no existía la noción de trabajo. La relación laboral de la época era la relación señor-siervo. La servidumbre es diferente de la esclavitud, ya que los siervos son ligeramente más libres que los esclavos. Un siervo podía salir de las tierras del señor e ir a donde quisiera, siempre que no hubiera deudas pendientes de pagar con el señor de las tierras. En la servidumbre, el siervo no trabaja para recibir una remuneración, sino para tener el derecho a vivir en las tierras de su señor. Asimismo, no existe ningún vínculo contractual entre los dos, porque el señor y siervo eran analfabetos.
En la Edad Moderna las cosas empiezan a cambiar. En esa época, existían varias empresas familiares que vendían una pequeña producción artesanal, todos los miembros de la familia trabajaban juntos para vender productos en los mercados; no podemos hablar de trabajo en este caso. Además de las empresas familiares, había talleres con muchos aprendices que recibían vivienda y alimentación. La evolución del trabajo da un paso adelante y es por esta época que comienza a esbozar el concepto de trabajo.
Con el advenimiento de la Revolución Industrial, el éxodo rural, la concentración de los medios de producción, la mayor parte de la población no tenía ni herramientas para trabajar como artesanos. Siendo así, las personas se ven obligadas a ofrecer su trabajo como moneda de cambio. Es en esta época cuando la noción de trabajo toma su forma. El concepto de trabajo es característico de la Edad Contemporánea.
Cada periodo histórico está marcado por una organización socio-político-económico-cultural propia que lleva a evolucionar al trabajo, desde la esclavitud al concepto actual.
Los cambios que vienen ocurriendo gracias a la tecnología, especialmente la tecnología de la informática-telecomunicación, están modificando las relaciones económicas entre empresas, empleados, gobiernos, países, lenguas, culturas y sociedades. Estos cambios parecen estar caminando hacia una situación muy diferente de la existente en el final de la Segunda Guerra Mundial, que podemos decir que un nuevo período de la Historia se está esbozando de la mano de la evolución del trabajo. Una revolución que llega de la mano de la tecnología e internet.
Las nuevas formas de almacenamiento de información han hecho que las organizaciones evolucionen rápidamente. Esto significa que es más fácil y más barata la implementación de herramientas sociales y colaborativas para conectar e involucrar a las personas y la información.