miércoles, 3 de julio de 2019

LA ECONÓMIA EN LA COLONIA


SEMANA 22 DEL 22 AL 26 DE JULIO
LA ECONÓMIA EN LA COLONIA

La economía se refiere a las formas de trabajo y la organización de las actividades comerciales para garantizar el desarrollo económico y el bienestar de una comunidad. 
Los siguientes factores influyeron en la organización económica colonial: 
El deseo de los empresarios de desarrollar sus negocios y el capitalismo comercial, los recursos naturales americanos y la codicia por el oro y la plata americanos.
La Corona logró la conquista en varias etapas: acabó con los imperios existentes, saqueó sus riquezas, desconoció su cultura, obligó a las colonias a ser autosuficientes y organizó entidades para que controlaran la riqueza. 
A la actividad de minería se le gravaba un impuesto: el quinto real (es decir, la quinta parte de lo extraído). Toda la riqueza llegaba a Sevilla en España. Los centros mineros españoles en América fueron Zacatecas en México y Potosí en Perú. En Colombia, también se explotaron minas especialmente en Antioquia, Cartago, Popayán, Pamplona y Chocó.

La tierra era propiedad del rey y fue distribuida en forma gratuita. Quienes la recibían, tenían que trabajarla. Se formaron las encomiendas usurpadas después por los encomenderos y de estas, surgieron los resguardos (tierras ocupadas por los indios) y las tierras baldías (pertenecían al Estado y este las vendía o adjudicaba). Esta distribución creó las estancias ganaderas, haciendas y fincas. 
La venta de tierras reales subastadas dio origen a la propiedad privada. 
Alrededor de las minas se organizaron las grandes haciendas o latifundios para proveer de alimentos y animales a los mineros. Muchas veces, los españoles se adueñaban ilegalmente de las tierras. Los criollos o españoles nacidos en América despojaban a los indígenas de sus tierras y las volvían haciendas o estancias. La hacienda producía todo lo que necesitaba y consumía lo que producía. En la Nueva Granada se sembraban especies americanas como maíz, fríjol, papa y yuca. Se cultivaba el trigo para hacer pan y la caña de azúcar. 

 Los indígenas fueron despojados de sus tierras y su mano de obra fue explotada a través de la encomienda. En la época Precolombina, los indígenas pagaban tributo a manera de ofrenda o intercambio ritual. Durante la Colonia, el tributo se convirtió en un impuesto. Se suponía que el encomendero protegía y evangelizaba al indígena. El indígena, quien antes era libre en su tierra, se convirtió en un esclavo del blanco y fue explotado y maltratado. Primero, el encomendero se beneficiaba de los productos de las tierras administradas. Después, todos se beneficiaron. Los criollos tomaron las tierras indígenas. El sistema de la encomienda fue derogado en 1720 por falta de mano de obra. Otra forma de trabajo fue la mita, la cual funcionó en las actividades agrícolas, oficios obreros, urbanos o domésticos y en las minas. 
Fue un sistema de rotación forzosa de mano de obra indígena con un sistema de leva, vale decir, turnos de trabajo. El indígena recibía un salario muy bajo, trabajaba horas extras y era maltratado. Muchos mitayos (hombres de la mita) murieron, sobretodo en las minas. Algunos indígenas huyeron, otros opusieron resistencia y otros se sometieron. La mita desarticuló las comunidades indígenas y separó familias.En la época precolombina, el cacique recogía los tributos y los distribuía entre toda la población para beneficio de todos. Pero los españoles se quedaron con el tributo para enriquecerse. Con él, el Estado español se sostenía y ejecutaba obras públicas.La Corona estableció el monopolio comercial o control absoluto para proteger su hegemonía en Europa. Las colonias producían materias primas y consumían los productos manufacturados en la metrópoli (España). Sólo España podía comerciar con sus colonias y controlar las rutas, los productos, los comerciantes y los puertos. Prohibió la elaboración de ciertas mercancías (aceites, vino y trigo). Enviaba a América productos industriales como paños, telas, armas, herramientas, libros censurados y papel. América enviaba a la metrópoli productos como cochinilla, madera del Brasil, cuero, añil, tintes, drogas naturales, y después tabaco, cacao y azúcar. Los otros países europeos pelearon contra este control excesivo pues querían vender sus propios productos. Surgió el contrabando y la piratería. En 1765, se permitió el “comercio libre” entre las colonias.El comercio interior de una región tenía limitaciones, por la dificultad de transportar la mercancía por el relieve. Había escasez de vías de comunicación para sacar los productos al mercado. En la Nueva Granada, hubo 5 zonas cada una con su especialidad: la zona atlántica se centraba en la ganadería y el comercio exterior. El Oriente se dedicaba a la artesanía. Antioquia estaba concentrada en la minería y el comercio. Cauca, a la explotación de grandes haciendas y la minería, mientras que la zona central sobresalió por la distribución de la tierra en encomiendas. 

España cobraba muchos impuestos:
El quinto real: La quinta parte del oro, plata y las esmeraldas extraídos.
El almojarifazgo: Pago por la entrada o salida de productos al territorio.
La alcabala: 2% sobre ventas de bienes muebles e inmuebles.
La armada de Barlovento: Para sostener la fuerza naval que luchaba contra los piratas, se gravaban algunos productos.
Papel sellado: Se cobraba para hacer los negocios. 
El tributo indígena: Era pagado en especie oro, mantas o alimentos y era obligatorio para los indios entre los 14 y los 60 años. 
El diezmo: La décima parte de los animales y cosechas para la Iglesia, dueña de muchas tierras y propiedades como monasterios, conventos e iglesias.  

Durante el reinado de Carlos III, se aumentaron los impuestos, se elevó el precio del tabaco, se monopolizó y se elevó el precio del aguardiente. Estas reformas desembocaron en la Revolución de los Comuneros en 1781.

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